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    Políticas de acceso a derechos para población migrante venezolana en el departamento del Atlántico

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    Venezuelan migration in the last four years has been increasing exponentially and among the reasons given by migrants we find humanitarian and economic issues. However, if we analyze the social, political and economic situation that the neighboring country is going through, we find that it all comes down to a humanitarian emergency, with the understanding that its citizen find no other option to stay safe than to leave their country. That is why it is a great challenge for receiving societies not only to receive them, to identify then in the exercise of national sovereignty that in humanitarian matters manages to yield to give rise to the humanitarian response, but in how to guarantee foreigners the same rights and duties of a national, in application of the constitutional mandate. Colombia is a rich but poorly managed country, and it has been poorly manages for centuries: internal problems such as war and now corruption have revealed a serious problem of ethical values both in society and in the Entities, and those who have always suffered the consequences its inhabitants are clamoring for basic services that do not cover the entire national territory, they are clamoring for social justice, a struggle that Colombia has wages in much of its history. Today, Colombia faces one more dilemma and that is to welcome thousands of Venezuelan migrants who have been fleeing their country in search of meeting their most basic needs such a as health, food, education, Colombia opened its borders in defense of International Humanitarian Law, requested resources from international organizations for the same purpose, and it is in this internal articulation of institutions and entities that the country´s response capacity is tested and in answering the question of whether the country is prepared to assume an important social burden of foreing citizens when nationals have historically struggled to receive exactly the same: health, food, education, opportunities to emerge, the same that migrants bring. The Gobernación del Atlántico has had a series of strategies to respond to certain needs brought by the Venezuelan migrants who chose Barranquilla and Atlántico as their new home, the purpose of which, as the National Government has promoted, has been to integrate them into the society, however, we will see that are certain limitations.La migración venezolana, en los últimos cuatro años, ha venido incrementándose de manera exponencial, y dentro de las razones que aducen los migrantes encontramos por temas humanitarios y económicos. No obstante, si se analiza la situación social, política y económica por la que atraviesa el vecino país, encontramos que todo se resume a una emergencia humanitaria, comprendiendo que sus ciudadanos no encuentran otra opción para mantenerse a salvo que salir de su país de origen. Es por ello por lo que para las sociedades receptoras representa un gran desafío no solo recibirlos, identificarlos en el ejercicio de la soberanía nacional, que en temas humanitarios logra ceder para dar lugar a la respuesta humanitaria, sino en cómo garantizarles a los extranjeros los mismos derechos y deberes de un nacional, en aplicación al mandato constitucional. Lo anterior, teniendo en cuenta que Colombia es un país rico, pero mal administrado y ha sido mal administrado por siglos: problemas internos como la guerra y ahora la corrupción han evidenciado un grave problema de valores éticos tanto en la sociedad como en las entidades, y quienes siempre han sufrido las consecuencias son sus habitantes que claman por servicios básicos que no llegan a cubrir todo el territorio nacional, claman, además, por justicia social, lo que ha significado una lucha durante una buena parte de su historia. Hoy en día se enfrenta a un dilema más y es el de acoger miles de migrantes venezolanos que vienen huyendo de su país de origen en búsqueda de suplir sus necesidades más básicas como salud, alimentación, y educación. De esa manera, Colombia abrió sus fronteras en defensa del Derecho Internacional Humanitario, solicitó recursos a organismos internacionales con el mismo fin, y en esa articulación interna de instituciones y entidades es que se pone a prueba la capacidad de respuesta del país y en responder el interrogante de si el país está preparado para asumir una carga social importante de ciudadanos extranjeros cuando los nacionales han luchado históricamente en recibir exactamente lo mismo: salud, alimentación, educación y oportunidades de surgir: las mismas que traen los migrantes. La Gobernación del Atlántico y el Distrito de Barranquilla han dispuesto una serie de estrategias para dar respuesta a necesidades, traducidas a derechos, que traen los migrantes venezolanos que escogieron Barranquilla y el Atlántico como su nuevo hogar. Eso último, con la finalidad de integrarlos a la sociedad; no obstante, veremos que existen ciertas limitaciones para estabilizarse en el territorio, ya que el solo acceso a trámites y servicios básicos no son suficientes si no vienen acompañados de una estrategia para la estabilización desde la generación de ingresos. Todo lo anterior, contrasta con una sociedad local que presenta altos índices de informalidad laboral y de generación de ingresos
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